“Los secreto para una larga vida son; no tener vicios, comer sanamente, entregarte a dios, y no preocuparte, la vida sigue y los problemas se tienen que arreglar” dijo el delriense y veteranos de la Segunda Guerra Mundial Arnulfo Ozuna quien disfruta de una perfecta salud a sus 104 años de edad. Arnulfo Ozuna sigue disfrutando de la vida sin preocupaciones y siempre buscando ayudar al prójimo, esto lo a ayudado a mantenerse activo y tener la mente ocupada en como ayudar a las personas. Nació el 24 de febrero de 1913 en la calle Cuellar en el barrio de San Felipe, su padres Anastacio y su madre Magdalena Ozuna, les dieron lo que pudieron a el y a sus seis hermanos. Desafortunadamente Arnulfo Ozuna tuvo que pasar por una dura época, que fue la discriminación, no solo sufrió agresiones verbales pero también físicas, pero esto no le impidió graduarse de la High School de San Felipe en 1934, después empezó a trabajar en el centro histórico de esta población. En 1939 se caso con Anita Cardenas con quien procreo cuatro hijos, tres barones y una mujer. Fue en 1944 cuando junto con sus cinco hermanos fueron llamados por las fuerzas armadas para defender su país, y durante tres años estuvo en las líneas de combate en la Segunda Guerra Mundial, afortunadamente junto con sus cinco hermanos lograron regresaron a casa. Se dedico a trabajar y fue en TJ Moore, donde permaneció el mayor tiempo y fue donde se retiro, y se dedico al comercio, abrió un comercio denominado Ozunas Grocerys, y ayudo a cientos de personas que se vieron afectadas por la inundación. Arnulfo Ozuna viajo a la ciudad de México en representación de esta frontera para inician el tramite para la construcción del Puente Internacional. Fue Diacono de la primera iglesia Bautista de San Felipe, también fue el presidente del Club de Leones, o por años estuco en la comisión del Puente Internacional, entre otros cargos. A pesar de que a ayudado a cientos de personas sufrió tres fuertes perdidas en su vida, el fallecimiento de su esposa Anita Cardenas, su hijo mayor Arnulfo y su hijo menor Joel, con la ayuda de su sus hijos Leonel y Silvia logro seguir adelante. En el 2007 la vida le volvió a sonreír, al encontrarse con Enriqueta Rivas con quien hizo un juramento de que se cuidarían mutuamente, y llevando el estilo de vida de ella volvió a tener menor preocupaciones y gracias a esto ahora cuentan de una perfecta salud y acaba de celebrar su 104 aniversario, y con la voluntad puesta en dio espera seguir ayudando a la población por muchos años mas y disfrutar de sus nietos y visnietos. |
KWMC
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