LIBERTAD DE CONCIENCIA Y BÚSQUEDA DEL BIEN COMÚNPara ejercer el derecho y el deber del voto con honestidad, libertad, conciencia y en la búsqueda del bien común conozcamos cual es el verdadero significado de la política y en que consiste el voto: “Para Aristóteles, una sociedad es sana si los ciudadanos participan activamente en el gobierno. Aristóteles observó que los seres humanos tienen tendencia natural a formar unidades sociales: se juntan para formar familias; las familias, para formar aldeas; y las aldeas, para formar ciudades. Así como hay animales –las abejas o el ganado– que se distinguen por formar colonias o rebaños, los humanos son sociables por naturaleza, Así como podría haber definido a un lobo como un animal de manada, Aristóteles dice que «el hombre es un animal político por naturaleza». Esto no quiere decir que tenga una tendencia natural hacia las actividades de la política en el sentido moderno de la palabra, sino que su naturaleza le impulsa a vivir socialmente en una polis.
La vida buena: La idea de la polis como fenómeno natural y no humano apoya los pensamientos de Aristóteles sobre la ética y la política de la ciudad-estado. Al estudiar el mundo natural, concibió la idea de que todo lo que existe tiene un propósito, y decidió que, en el caso de los humanos, este es llevar una «vida buena». Según Aristóteles, esto significa alcanzar virtudes como la justicia, la bondad y la belleza. Así, el propósito de las polis es permitirnos vivir de acuerdo con esas virtudes. Los antiguos griegos consideraban la estructura del Estado –que permite a la gente vivir junta y protege la propiedad y la libertad de los ciudadanos– como el medio para conseguir la virtud como fin. Aristóteles identificó diversas «especies» y «subespecies» dentro de la polis. Dijo que lo que distingue al hombre de los demás animales es su capacidad innata de razonar y de hablar, lo cual le confiere la capacidad única de formar grupos sociales y establecer comunidades y asociaciones. Dentro de la comunidad de una polis, los ciudadanos crean una organización que garantiza la seguridad, la estabilidad económica y la justicia del Estado, no mediante un contrato social impuesto, sino porque está en su naturaleza hacerlo. Para él, las diferentes maneras de organizar la vida de la polis no existen para que la gente pueda vivir junta (ya que esto lo hacen por su propia naturaleza), sino para que pueda vivir bien. Su éxito en alcanzar este objetivo, observa, depende del tipo de gobierno que escojan. (Publicado por Grupo Akal el 19 de mayo de 2020). Según la definición de editar: “El voto es el acto por el cual un individuo expresa apoyo o preferencia por cierta moción, propuesta, candidato, o selección de candidatos durante una votación, de forma secreta o pública. Es, por tanto, un método de toma de decisiones en el que un grupo, tal como una junta o un electorado, trata de medir su opinión conjunta. El voto es parte esencial en todos y cada uno de los sistemas de gobierno que se basan en la democracia y tienen que ser especializados con recolecta de votos y firmas de la familia del que se lanza a la elección. Gracias a este, se pueden tomar decisiones importantes de manera equitativa y haciendo valer el punto de vista de cada persona. Por otro lado, el voto es considerado como igual, es decir, cada voto tiene el mismo valor, sin importar quién sea el elector”. “La democracia, presupone la celebración de elecciones periódicas mediante el sufragio universal, libre, igual, directo y secreto. Todas estas características se consideran actualmente condiciones necesarias para la democracia y el incumplimiento de una sola de ellas nos remite a un sufragio no democrático, que puede ser restringido, no libre, desigual, indirecto o público”. De ahí la importancia que nosotros nos acerquemos a la votación con libertad, honestidad, verdad y transparencia, no vendiendo nuestra conciencia ni en búsqueda de intereses personales y egoístas, sino en búsqueda del bien común, de querer lograr el bienestar de todos, respetando el pensamiento y los derechos de los demás y haciendo valer y respetar nuestros derechos. Un buen ciudadano cumple con sus deberes, respeta el pensamiento y el actuar de la otra persona, así no comparta o esté de acuerdo con sus ideas y decisiones y se sabe valorar así mismo procurando hacerse respetar como persona inteligente, capaz de decidir por sí mismo, no dejando que manipulen su conciencia, ni permitiendo que un titiritero lo manejen como títere, a su antojo y conveniencia. Un buen ciudadano sabe cumplir sus deberes y exigir sus derechos. Con mayor razón, un ciudadano creyente, que sabe que el Rey del Universo, Cristo nuestro Señor, “ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia” (Jn 10, 10) y tiene en su corazón y en su mente los valores y los principios del amor, la verdad, la justicia, la rectitud de conciencia y la honestidad, busca como criterio, que se respeten las leyes del Supremos Legislador del Universo, procurando el que se haga una autentica escala de valores donde se le dé lugar al aprecio y respeto de la dignidad de la persona humana y su vida y la búsqueda del bien común, por encima de los intereses personales y egoístas, porque comprende lo que nos dice el Señor: “Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos y conocerán la verdad y la verdad los hará libres”. (Jn 8, 31-32). Dios los bendiga, Sady Pbro. |
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