El cuarto jueves de noviembre se celebra en los Estados Unidos el día de Acción de Gracias, conocido como "Thanksgiving Day". Algunos historiadores afirman que esta tradición vino de los inmigrantes europeos, quienes celebraban a finales de octubre las fiestas de la cosecha. A finales de la década de 1660 se comenzó a celebrar el día de Acción de Gracias de manera oficial en los Estados Unidos, recordando a los peregrinos europeos que vinieron a América. Cuando se quedaron sin provisiones fueron ayudados por la tribu Wampanoag. Es por eso que hasta el día de hoy tenemos esta celebración. Usualmente se celebra ofreciendo un banquete donde el platillo principal es un pavo y en algunas ocasiones jamón. Se sirve con salsa de arándanos, puré de papa, camote o papa dulce. Se acompaña con espárragos y salga gravy, hecha con el mismo jugo del pavo. De postre tradicionalmente se ofrece pastel de calabaza o de manzana. Algunos negocios y organizaciones ofrecen banquete para sus clientes o personas en la comunidad. Usualmente la reunión comienza con una oración donde se hace una acción de gracias. En nuestros días el dar gracias es un gesto de cortesía, una palabra común que usamos en la vida cotidiana, pero el ser agradecido va más allá de eso. Vivimos en una nación tan bendecida, tan próspera (a pesar de las crisis), que fácilmente tomamos las cosas muy a la ligera. En una sociedad donde todo lo que queremos está al alcance de un botón suele ser difícil apreciar lo que tenemos. Es noviembre y como de costumbre nuestros comercios se van a llenar de pavos y calabazas. Esta es una buena oportunidad para agradecer lo que tenemos, no solo materialmente, pero las personas a nuestro alrededor son un regalo que a veces no sabemos apreciar. El poder amanecer y caminar todos los días es un lujo que no todos tienen, vivimos tan apresurado que pasamos de largo los detalles que podemos disfrutar. Es tiempo de ser agradecidos, de ver a nuestro alrededor y darnos cuenta de lo afortunados que somos. |
KWMC
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