Entre las ciudades de Del Río, en TX. y Acuña, México, es celebrado en octubre el mes de la amistad, recordando cómo en 1969, por el acuerdo de dos pueblos hermanos se inaugura la presa de la amistad y se entrega al servicio de la frontera internacional esta monumental obra que se pensó como solución fraterna al problema de inundación que se vivía al lado y lado de la rivera del Rio Bravo. Esta obra es un bonito ejemplo de cooperación mutua, ayuda fraterna y actitud positiva e inteligente como respuesta a los problemas que en el día a día vamos encontrando y nos hace recordar el bonito adagio popular que dice: “Hay que buscarles solución a los problemas y no problemas a las soluciones”. También nos invita a reflexionar que las dificultades y contratiempos nos deben llevar a unir fuerzas y estrechar lazos de fraternidad, para recobrar más fortaleza; no debemos permitir que se hagan más rupturas y se causen más distanciamientos, que nos hacen más débiles, frágiles y vulnerables. No nos dejemos enseñar por Nicolás Maquiavelo: “divide y reinaras”. Aprendamos del escritor republicano Salustio que con elocuente sabiduría nos dice: “las cosas pequeñas florecen en la concordia”, o “la unión hace la fuerza”. Más aún, aprendamos del Señor Jesucristo que nos dice: “Que todos sean uno, para que el mundo Crea”. (Jn 17,21). Al celebrar la fiesta de la amistad, debemos tener bien presente este bonito testimonio y procurar aprender esta lección bella: el problema común que vivían los dos pueblos no los llevó a sentarse a llorar por las dificultades, tampoco los arrastró a la rivera de los derrotados resignados, ni los orilló a enfrentarse echándose la culpa mutuamente. No permitieron que las dificultades y los obstáculos se convirtieran en murallas infranqueables que los limitaran, dividieran e imposibilitaran, sino que convirtieron los problemas y las dificultades en oportunidades de hacer una obra grande, de unirse amistosamente y hacerse fuertes, represando la braveza, previniendo los riesgos y reservando el precioso líquido para tiempos de sequía y esterilidad. Según la definición clásica, la amistad es: “una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida. La amistad se crea cuando las personas encuentran inquietudes y sentimientos comunes al igual que la confianza mutua”. Pero hoy con este testimonio estamos viendo que la amistad también puede nacer cuando encontramos un problema común, un obstáculo o conflicto. En lugar de hacer que el problema se convierta en foco de otros problemas, podemos hacer que este sea la oportunidad para buscar la unidad y trabajar en fraternidad, buscando la solución mutua de los problemas y dificultades. Por eso algunas frases célebres dicen: “La amistad multiplica los bienes y reparte los males” y “Amigo es aquél que entra cuando todo el mundo ha salido”. Las relaciones fraternas y amistosas son narradas en la biblia, en la literatura, en el cine y en la televisión. Para no extenderme tanto voy a tomar unos ejemplos de la Biblia y de la literatura. En la Biblia encontramos: Respondió Rut: “no me ruegue que te deje, y me aparte de ti; porque a donde quiera que tu fueres, iré yo, y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios”. (Rut 1, 16). Esta respuesta proviene de un corazón sincero. La amistad que las unía era tan fuerte que a Rut le era imposible dejar a su suegra Noemí, aunque estrictamente hablando Rut ya no era nuera de Noemí, pero si era su amiga. “Y Jonatán dijo a David: Lo que deseare tu alma, haré por ti”. (1 Samuel 20,4). Jonatán mostro su absoluta lealtad a su amigo David. En la literatura Miguel de Cervantes Saavedra queriendo simbolizar la amistad entre personajes de diferentes caracteres que a través del dialogo se influyen mutuamente inmortaliza a Don Quijote y Sancho Panza, de tal manera que “Don Quijote se “sanchifica” y Sancho se “quijotiza””. Convenzámonos que es mejor construir puentes, reservorios que contengan vida, amistades fraternas y sólidas y no levantar murallas infranqueables, zanjas que depositen muerte y causen rupturas irreparables. Dios los bendiga, Sady Pbro. |
KWMC
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